El pasado 23 de abril se cumplieron 40 años de la inauguración del mosaico que preside el estadio del Sevilla FC. Recuerdo perfectamente las obras de preparación para su colocación, que se enmarcaron dentro de la remodelación del estadio con vistas al Mundial de Fútbol de 1982, trabajos que fueron llevados a cabo por la empresa Hispano Alemana de Construcciones, la cual dejó un pequeño azulejo al pie del mosaico para el recuerdo. También evoco el día que fue presentado en sociedad y la expectación que despertó. Momento en el que no puede estar, pues me coincidía con un examen de Latín en el instituto.
Concebido como símbolo de amistad en el mundo del deporte, el enorme mosaico de más de 480 metros cuadrados, compuesto por miles de azulejos, es hoy la imagen más representativa de la entidad y el estadio sevillista.
Decía Santiago del Campo, su autor, "Yo lo que quiero resaltar en el mosaico no es la competencia ni la competitividad. Quiero resaltar la fraternidad que da el deporte, lo bonito que es jugar con el otro, respetar al contrario. Quiero por encima de todo primar el respeto y lo que es el deporte como convivir. Y el pensamiento inmediato de la convivencia es la tarjeta de visita. Los clubes cuando se enfrentan por primera vez se intercambian sus tarjetas de visita, que son los banderines. Y ese es el símbolo de los banderines en el mosaico".
Con el fin de conmemorar dicha efeméride, el pasado lunes 25 de abril tuvieron lugar varias charlas en torno al autor y su obra, las cuales tuvieron lugar en la sala de prensa "José Antonio Sánchez Araujo" del estadio Ramón Sánchez-Pizjuan. El acto que estuvo presidido por el presidente de la entidad José Castro Carmona, contó también con la participación de Santiago Balbontín, María José Caldero y Salomé del Campo como ponentes. A dichas conferencias me hubiera gustado asistir, pero no fui invitado, desconociendo los criterios que el club aplicó para asignar las invitaciones.
Pero tras lo expuesto anteriormente me surge una preocupación, y es que el legado que nos dejó Santiago del Campo para el sevillismo y la ciudad, todavía no esté declarado bien de interés Cultural (BIC), no constándome que desde el Sevilla F. C. se hayan hecho gestiones para ello.